Eso sí que me preocupa, me irrita."
La humanidad ha avanzado, no debido a que fue sobria, responsable y cauta, sino porque ha sido juguetona, rebelde e inmadura.
Una encuesta comenzaba con esta pregunta: "¿Qué esperanza pone usted en el amor?" Yo respondí: "Si amo, toda la esperanza. Si no amo, ninguna." Amar me parecía indispensable para la vida, para toda acción, para todo pensamiento, para toda búsqueda. El deseo que le era insupera inseparable, se acompañaba de aproximación, conquista y participación.
Yo protesto.
Aunque a algunos les resulte difícil de creer, he amado verdaderamente. (...)
Sé que cuando uno ve las cosas desde afuera, cuando uno no se siente complicado en ellas, es muy fácil proclamar qué es lo malo y qué es lo bueno. Pero cuando uno está metido completamente en el problema (y yo he estado muchas veces así), las cosas cambian, la intensidad es otra, aparecen hondas convicciones, inevitables sacrificios y renunciamientos que pueden parecer inexplicables para el que solo observa.
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