La humanidad ha avanzado, no debido a que fue sobria, responsable y cauta, sino porque ha sido juguetona, rebelde e inmadura.
"Como todo, las palabras tienen sus qués, sus cómos, sus porqués.
Algunas, solemnes, nos interpelan dándose importancia, como si estuviesen destinadas a grandes cosas y, ya se verá más tarde, no son nada más que una brisa leve
que no conseguiría mover un aspa de molino,
que no conseguiría mover un aspa de molino,
otras, de las más comunes, de las habituales, de las de todos los días,
acabarán teniendo consecuencias que nadie se atrevería a pronosticar,
no habían nacido para eso y, sin embargo, sacudieron el mundo."
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